«Lanzaré sobre ti inmundicia abominable, te haré vil y te convertiré en un espectáculo». -Nahúm 3:6
Con este pasaje bíblico comienza la nueva película de Jordan Peele (Get Out, 2017, Us, 2018) titulada NOPE, una cinta que como acostumbra su director se asienta en los géneros del suspense, la intriga, el misterio y el terror. Protagonizada por Daniel Kaluuya, Keke Palmer, Steven Yeun y Brandon Perea la película se ha convertido en uno de los estrenos del verano y una de las cintas más destacables del año.
NOPE nos puede recordar a Tiburón (1975) Encuentros en la Tercera Fase (1977) de Steven Spielberg o Señales (2002) de M. Night Shyamalan. Un ente, un algo, está acechando el rancho de nuestros protagonistas surcando el cielo y no sabemos bien que es. El juego con la amenaza, la intriga y el misterio que se genera alrededor son las bases donde Peele construye la tensión y las revelaciones que iremos descubriendo a lo largo del film.
Pero la película es mucho más que eso y es por ello que gana enteros. Es una cinta con muchas capas, detalles, reflexiones que el director te deja para tu propia experiencia y, sobretodo, es una gran crítica al mundo del espectáculo y este batiburrillo que tenemos montado como sociedad de cosas sin ningún significado.
Peele nunca me había terminado de encajar. Get Out, siendo una buena película, peca de previsible y tiene un final flojo donde tropieza y estropea el resultado. Us, siendo una película menos anticipable y con la característa puesta en escena e intriga de su autor, se viene abajo cuando levanta las cartas. Con NOPE no ocurre esto.
*OJO SPOILERS*
UN MAL MILAGRO
La película arranca con un zapato. Un zapato asentado de punta, en una posición antinatural, al lado de un chimpancé ensangrentado en un plató de TV. Elementos que ya nos hacen ver esa crítica al mundo del entretenimiento. Pero, ¿qué es ese zapato que nos tiene intrigados desde el minuto 1?
La cinta también arranca con la muerte del padre de OJ (Kaluuya) y Esmerald (Palmer), el gerente del rancho que se dedica a entrenar caballos para poder ser utilizados en rodajes de Hollywood. La muerte es impactante ya que comienza a llover objetos del cielo y uno de ellos es una moneda que atraviesa al padre en un ojo. Otro mal milagro.
Y es que ese concepto se repite durante todo el film. Un concepto que hace presente lo inesperado como si fuera un plátano que cae de punta, una moneda que se lanza y permanece de canto… Suceden varios eventso donde parece que lo imposible está ocurriendo y ahí es cuando vemos que algo está pasando en el rancho. Que algo se está llevando a los caballos. OJ y Esmerald descubren una nube que no se mueve, que hay algo allí. Ahí es cuando empiezan a elaborar un plan para filmarlo pensando que es un OVNI y poder sacar un dinero que les hace falta para no tener que acabar vendiendo el rancho de su familia.
Es brutal el momento en que Esmerald alude a llevar el video que graben a un lugar donde sea creíble y mencione al programa de Oprah Winfrey, uno de los show televisivos más mediáticos, sensacionalistas y exitosos de la TV. Eso nos muestra la mentalidad de Esmerald, totalmente de lleno en el mundo mediático y con ganas de ir a la ciudad y conseguir la fama que se supone es el objetivo de cada ser humano. Muy dentro del mundo exterior pero muy fuera del suyo propio.
OJ, sin embargo, es diferente, es un héroe cotidiano. Un currante. Es un tipo al que no le impresiona el gramour, el éxito o el reconocimiento, sólo quiere estar con sus caballos, darles de comer, hacer las tareas más simples y estar tranquilo en su rancho. OJ disfruta más contemplando el paisaje de su California profunda, su western, que en un rodaje de Hollywood. Por ahí, más allá de OVNIs, monstruos o artificios, va la cinta.
SHOW BUSINESS Y HORROR CÓSMICO
Cuando se nos desvela que el OVNI realmente no es un platillo volante, sino un monstruo, es cuando la cosa se pone interesante. Un «animal» que parece sacado del inventario de H.P. Lovecraft y del horror cósmico. Un ser que lleva habitando el lugar 6 meses gracias a Ricky Jupe (Yeun), el chico que sobrevivió al incidente del chimpancé del inicio de la película, que lleva alimentando a la bestia con caballos que compra a su vecino del rancho de al lado OJ para dar el mayor espectáculo posible.
Porque en eso se basa en gran parte Hollywood y el show business. En ofrecer el mayor evento posible a costa de todo. Da igual los juguetes rotos -como lo es el propio Yeun- o las vidas que dañe a su paso. Como es de esperar nada sale bien y llega un momento en que ese monstruo alienígena arrasa con el parque temático de Yeun devorando todo a su paso, dejándonos a posteriori una de las escenas más terroríficas de la película, acechando a nuestros portagonistas en el rancho principal y arrojando toda la sangre y objetos que no ha podido diregerir sobre él. «Arrojaré sobre ti inmundicia abominable». La frase bíblica hecha escena.
LA TOMA IMPOSIBLE
Los protagonistas, tras varias discusiones entre ellos y el técnico, Angel (Perea), que les ayudó a colocar las cámaras para capturar al bicho -cámaras que dejaron de funcionar en el momento que aparece, la tecnología digital fallando en el momento más importante- reciben la llamada de un director de fotografía al que pidieron ayuda para filmar el suceso. Holst (Michael Wincott), un personaje extraño y misterioso que pasa el día viendo sus grabaciones de depredadores acechando a sus presas, se ofrece a elaborar un plan para hacer salir al alienígena y poder capturarlo. Para ello utiliza una cámara analógica que él mismo ha fabricado -una vez más, crítica a la tecnología moderna, o más bien, la dependencia de ella-.
El plan consiste en utilizar un sendero donde OJ hará de cebo cabalgando su caballo para atraer al ente y que, en otro lugar oculto y apartado, Holst y Angel puedan grabarlo. El plan se tuerce cuando un reportero de la TMZ, que de primeras nos genera incomodidad, nos impone con ese caso espejo y esa moto eléctrica, trata de rodar también al bicho, cayendo en el intento cuando su moto se frena en seco al dejar de funcionar -de nuevo la tecnología-.
Ahí es cuando OJ acude al rescate de su hermana y se sacrifica para que ella pueda escapar hacia el rancho de Yeun mientras Holst y Angel terminan de rodar la escena. Aun así, el primero se sacrifica para rodar la «toma imposible» y el segundo sobrevive de milagro -también hay buenos milagros en la cinta». Pero espera, porque hay más.
ATRÉVETE A MIRAR
Esmerald recibe un último gesto de su hermano. Una señal con dos dedos a los ojos. Algo que significa que hay que mirar. Durante toda la película los protagonistas evitan mirar cara a cara al monstruo, se someten a él y esperan que eso sea suficiente para no acabar devorados. Es lo que le funcionó a Yeun en el rodaje de Gordy’s Home con aquel chimpancé aturdido por el estruendo de unos globos explotando en plató cuando era niño. Pero eso no es lo correcto.
La metáfora es que hay que mirar a las cosas de frente, que no podemos evitar los problemas y meterlos debajo de la alfombra. Que no debemos, en definitiva, agachar la cabeza ante el abuso del mundo del espectáculo, que debemos de hablar las cosas que están mal. Significa no apartar la mirada.
Es la lección que quiere dejar Jordan Peele más allá de la crítica al mundo del que forma parte, que está presente en toda la película, más o menos sutilmente -como el comentario de Angel explicando que está de mal humor porque su novia le ha dejado al entrar al piloto de una serie de TV-. Peele critica todo lo superficial del show business pero arroja una solución, hay que mirar. El silencio no es la solución.
Esa lección la aprende Esmerald que, al escapar al rancho temático de Yeun, logra acabar con el bicho haciendo que devore un globo gigante, no sin antes lograr fotografiarlo. Una de las últimas escenas, Emerald viendo como su hermano aparece tras una nube de polvo debajo de un cartel de «Más allá» haciendo el gesto de la mirada, es una obra de arte. Un ejemplo de como mostrarte algo sin tirartelo a la cara. De como rematar una película redonda.
CONCLUSIONES
NOPE es una grandísima película. La mejor de Jordan Peele. Es un ejercicio sobre como crear una historia original, con elementos tan atractivos como el misterio, la intriga, los OVNIs, los monstruos, la ciencia ficción o el terror pero con un contenido. Esto es un envoltorio, hay más.
Es una de las críticas sociales y, en especial, al mundo del espectáculo más bien hechas que he visto. No te lo tira a la cara, es sutil, te lanza ideas y elementos para que reflexiones -niños actores que acaban siendo juguetes rotos, la idea del mayor espectáculo, la falta de significado, la prioridad al producto antes que del contenido, la sencillez y el heroísmo de lo cotidiano, la belleza de lo ordinario…-
Jordan Peele me ha ganado con esta película. Un director sobre el que tenía mis dudas pero que las ha despejado con la que, para mí, es su mejor película de largo.
Atrévete a mirar.