‘THE BOYS’ T3 (2022) CRÍTICA

The Boys
Fuente: Prime Video.

CON UN PAR

‘The Boys’ es una de las series del año. Su propuesta bizarra de lo que serían los supers en la realidad es algo más que atractivo y morboso. Es real. Esa premisa hace de la serie un festín de momentos superheróicos que, en el fondo, no lo son tanto. La crítica a una sociedad basada en un porcentaje de popularidad a través de las RR.SS. y con una nueva moneda mundial, los likes, es brillante desde el inicio de la serie.

Algo que siempre me ha encantado de The Boys es su capacidad para mostrarnos nuevos supers y darles la vuelta. Mostrarnos que el mundo no es blanco o negro, sino gris. Ya tengas poderes o no. Y que las personas totalmente puras -aquí podemos meter a Starlight o a Hughie– son un porcentaje mínimo. La habilidad que tienen para meter personajes interesantes, con momentos únicos, bizarros o incluso épicos es de aplaudir. No se cortan un pelo y, hoy en día, es de agradecer.

El mayor ejemplo de ésto en la 3ª temporada ha sido la inclusión de Soldier Boy (Jensen Ackles). Una suerte de Capitán América totalmente fuera de lugar y de tiempo, con una mentalidad de otra época -lo cual es lo normal, por otra parte-, con un estrés post-traumático que no puede controlar y una actitud de cabronazo total.

Es la revelación de la season, pero hay mucho más. Porque si ésta es la mejor temporada de The Boys es por el desarrollo de los personajes.

*SPOILERS*

Homelander vs Soldier Boy

LOS PADRES

Si hay algo que ha querido decir The Boys en esta temporada es la importancia de los padres. Como una relación paternal es clave para un hijo, para bien o para mal. Es algo vital para los personajes y para hacer lo que hacen. Homelander -Patriota- tiene una clara carencia de afectividad. Es un psicópata que únicamente busca que le aplaudan. Ni siquiera la noticia de que Soldier Boy es su padre -o que fue su semen del que salió- fue suficiente porque éste le ve como lo que es en realidad: un cobarde.

Carnicero (Karl Urban) es otra historia. Ahora no sólo se ha enfrentado al Patriota ni ha los efectos secundarios que le produce el V temporal -que le da poderes para poder luchar de tú a tú con cualquier super- sino que ha tenido que hacer frente a su pasado. Su padre le pegaba y él se convirtió en su padre. Un tipo rudo, sin ningún tipo de compasión, sólo en busca de una venganza personal, matar al Patriota. Pero, además, hace frente al suicidio de su hermano. Él le abandonó a la suerte de su padre y es por eso que este se quitó la vida. Y para colmo, ve en Hughie a su hermano. Finalmente se redime, de alguna manera, evitando que Hughie se meta más V y no vaya la pelea final.

En Soldier Boy también podemos ver los mismos rasgos de la ausencia de una figura paterna correcta pero es en Hughie donde vemos el otro lado. En una conversación brutal con AnnieStarlight– comenta que siempre vio a su padre como un tipo débil, sobretodo tras la ausencia de su madre. Un tipo que sólo se sentaba en su sofá con su familia. Pero, y ahí viene lo importante, a lo mejor eso es lo que tiene que hacer un padre. Hughie acaba valorando que su padre siempre estuvo, que pudo contar con él, que siempre tuvo un techo y todo lo que necesitó.

Puede que no fuera un crack, pero fue un padre. Ese desarrollo es increíble y por cosas cómo esa ésta season es la mejor de largo.

Homelander

UN PSICÓPATA COBARDE

Todos esperábamos ver al Patriota (Antony Starr) desatado esta temporada. Y en cierto aspecto lo está. Se ha quitado el complejo de producto, ha logrado el control de Vought derrocando a Stan Edgar (Giancarlo Esposito) y ya no finge nada. Es bestial la escena que deja por los suelos a A-Train -un personaje con una trama muy bien llevada-, a Profundo y Ashley. No necesita matarlos. Con hundirlos su ego y su superioridad moral quedan más que satisfechas. Incluso no duda en matar brutalmente a Negro Oscuro -personaje que por fin hemos podido saber más de él aunque nos ha faltado una escena que le coronara- cuando se entera de que nunca le dijo que Soldier Boy estaba vivo.

 

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Pero al margen de todo ésto, es un psicópata cobarde. Después de 6 capítulos donde se comporta, más que nunca como un Dios, llega el Herogasm, y ahí se le bajan los humos. Tras que Soldier Boy, Carnicero y Hughie -estos dos últimos con el V temporal- le reducieran y estuvieran a punto de cargárselo, Patriota huyó y sintió, por primera vez en su vida, terror. Terror porque hay alguien ahí fuera que le puede hacer daño. Terror porque se le ha caído el mito de Dios.

La batalla final es el culmen de todo. Era el momento donde tenía que demostrar que era el mejor de todos, el más fuerte, el super de los supers. Pero se acobardó. Trajo a su hijo para hacer chantaje, para esconderse detrás de él. Es por eso que Soldier Boy lo desprecia, porque en realidad es un gallina y no puede consentir tener un hijo así.

Ni siquiera Patriota puede con Maeve (Dominique McElligott). Cabía esperar que fuera una pelea fácil para él pero, aunque le arranca un ojo, no se vio con la superioridad que se supone que tiene –Maeve salva el día a todos sacrficámdose para detener a Soldier Boy en una escena que hace redime al personaje-. Finalmente Patriota logra salvarse porque Soldier Boy se descontrola y quiere acabar con el hijo del Patriota, algo que Carnicero no puede tolerar y le hace cambiar de objetivo, por el momento.

Patriota se lleva a Ryan -el hijo- y éste lo presenta al mundo como un trofeo más bien. Y además de ganarse miles de fanáticos a pesar de la guerra mediática con Annie, coloca a Victoria Neuman en la carrera por la Vicepresidencia de EE.UU.

Carnicero

MALA LECHE

Si algo demuestra The Boys es que van con todo. Y que lo que no pueden hacer es por falta de presupuesto, no por ganas. The Boys se come a todas las series de superhéroes de hoy en día y no por otra cosa que por agallas y por mostrar cosas que otras no muestran. O por hablar de temas que otras no hablan. Ya sea racismo, sexismo, violencia, corrupción, depravación, progresismo, supremacía, crítica social, hipocresía… No sólo son escenas bizarras.

El inicio de la temporada es brutal -como no recordar la escena homosexual del Hombre Hormiga de turno y la «explosión»-, o la pelea de Kimiko (Karen Fukuhara) en Rusia. Kimiko crece muchísimo durante los episodios y es uno de los personajes más interasantes de la serie. Un monstruo que deja de serlo. Brutal su escena final al son de Maniac de Michael Sembello.

Por no hablar del Herogasm, uno de los capítulos más bestia de la serie, quizá el mejor de todos. Donde una orgía de supers se convierte en una de las peleas más guapas de la historia del género y donde Annie da el paso que divide la línea entre ser un super y ser un héroe. Starlight brilla con luz propia por fin.

En definitiva, una temporada brutal, la mejor de la serie y que coloca a The Boys en una de las series del año. Si buscas bizarradas y sangre, lo puedes encontra a raudales. Pero si buscas un desarrollo maduro de los personajes, también.

Se viene una 4ª temporada muy prometedora, porque esto no ha hecho más que explotar.

Puntuación: ****1/2 (sobre 5)

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