‘ELVIS’ (2022) REVIEW

ELVIS
Fuente: Warner Bros.

ELVISMANÍA

El Rey del Rock. Elvis Presley. Quizá una de las figuras más famosas de los últimos 100 años, uno de los artistas más importantes de la historia y una personalidad que cambió la música para siempre. Mucho se ha hablado, escrito y documentado a través de películas y series sobre su vida pero Baz Luhrmann (Moulin Rouge!, 2001) ha querido dar su propia visión.

ELVIS es una película frenética con un ritmo avasallador, con un estilo visual propio del director pero llevado con una sutilidad más que satisfactoria y, sobretodo, un tremendo gusto por la música. Los orígenes del Rey del Rock son el Blues, Country, Góspel… y la película rinde homenaje a todos ellos.

El filme hace un retrato bastante preciso de lo que fue la vida de Presley (Austin Butler) pero, además, le da un peso muy importante a su mánager, el Coronel Tom Parker (Tom Hanks), y todo lo que influyó en la estrella de los 50s y 60s. Quizá sin él, Elvis no hubiera alcanzado tal estrellato, pero seguro que sin él no hubiera vivido durante años en una cárcel de oro. Y aunque la figura del Coronel se dibuja como una especie de antagonista hay que destacar la importancia que tiene en la cinta.

Tengo que admitir que no he visto más películas biográficas suyas pero considero que esta tiene nivel para ser una de las mejores a pesar de tener un par de pegas. Vamos allá.

*OJO SPOILERS*

Elvis

THAT’S ALL RIGHT, MAMA

Hablar de Elvis es hablar de música. A pesar de que ha trascendido su figura como el niño dorado de EE.UU., una figura de otro tiempo y quizá anticuada tras la llegada de los Beatles y los años 60s con el movimiento Hippie, la realidad es que Presley fue un antes y un después en la música de Norteamérica.

Como dijo John Lennon, «antes de Elvis no había nada». Y es la realidad. Antes de que emergiera en EE.UU. únicamente había dos listas de música, una para blancos y otra para negros. La lista de los blancos la componían cantantes como Frank Sinatra, un ídolo para una generación pero con poco tirón entre la juventud. En la lista de negros estaba el Blues, el R&B, Gospel… Música que hasta los propios jóvenes blancos escuchaban. Es más, muchos artistas blancos robaban la música a los negros. Pero más allá de eso -más Jazz, Country…- no había nada. No existía el Rock. Y fue Elvis el que lo revolucionó todo.

Elvis creció en un barrio pobre de negros y mamó toda esa música, desde el Blues más puro hasta el Góspel de las iglesias. También se nutrió del Country de su tierra por supuesto. Y el resultado fue el nacimiento del Rock n’ Roll. En los conservadores años 50s, que un chico blanco cantara Blues y se moviera sobre el escenario con ese ritmo, esos gestos y esas provocaciones sexuales a través de sus caderas suponía un TERREMOTO en la sociedad estadounidense -de ahí todos los problemas políticos que tuvo en sus inicios-. Algo estaba pasando y Elvis era el cambio -la propia comunidad afroamericana le adoraba, al menos en sus inicios, algo que parece chocante a día de hoy-.

Los primeros años de su carrera, hasta su entrada en el ejército en el 58, fueron mágicos. No era el niño dorado de américa, era un rebelde sin causa como su ídolo James Deen. Era provocativo, transversal, revolucionario… y un artistazo. Porque sí, Elvis era un gran cantante y un gran compositor, se basó en los mejores de su época y lo llevó al mundo.

La película, esta primera parte de su vida, lo retrata a la PERFECCIÓN. Con ritmo, música -que bueno ver a Gary Clark Jr. aquí-, con un estilo visual y una fotografía excelsa y sobretodo con un Austin Butler SEN-SA-CIO-NAL. Su trabajo va más allá de parecerse lo máximo posible a Presley. Su trabajo va enfocado en TRANSMITIR lo que transmitía Elvis. Y creo de verdad que lo logra. Cada vez que se sube al escenario puedes pensar que no es él, pero sin duda piensas que expresa lo que expresaba él.

Lo mejor de la película.

Elvis Austin Butler

HOLLYWOOD Y HIENAS

El otro protagonista es el Coronel Tom Parker. De hecho, es el narrador de la película. Tom Hanks no puede brillar como de costumbre en este papel en concreto por sus características -un personaje malévolo, interesado y manipulador-, tampoco es quien tiene que brillar. Fue clave para la carrera de Elvis -me recuerda a Don King y Mike Tyson-. Es cierto que apostó por él cuando era joven pero siempre quiso llevarse su dinero de él. Es injusto decir que lo tenía explotado -Elvis también es responsable- pero si que fue una sanguijuela -intentó que Presley cediera al poder político y su conservadurismo, le dio un empujón hacia el ejército en su apogeo, lo convirtió en una marca durante los años 60s (el rebelde ahora tenía su cara en tazas), le encerró en Las Vegas a un precio muy bajo y se llevó una inmensa fortuna a su costa-.

Este arco central, donde Elvis se convierte en actor -realmente no era malo-, pero uno comercial -nunca logró ser un James Deen-, se resiente. Es donde entra en acción Priscilla (Olivia DeJonge), donde Presley pierde su esencia y se mantiene al margen de todas las revoluciones que sucedieron en los 60s. La frase «Martin Luther King muriendo y yo aquí» es brutal. Si bien era su sueño ser actor y sus películas triunfaban en taquilla, él se sentía como un producto. Lo que era. Sus películas eran planas y aunque lo hacía bien siempre se esperaba que cantase, por lo que nunca tuvo una GRAN película.

Esos años, donde perdió su significado, fue cuando surgieron grandes artistas que revolucionaron ya no sólo la música -nunca al nivel de Elvis, salvo los Beatles-, sino la sociedad. Hablamos de Janis Joplin, Jimi Hendrix, Rolling Stones, Led Zeppelin… Elvis se estaba quedando atrás, atrapado en un circo del que quería salir.

Ese punto central de la película baja el pistón, simple y llanamente por la historia propia que narra, pero logra mantener el ritmo. Aún así, viene la primera pega que tengo con la película: No profundiza lo suficiente en algún asunto. Uno de ellos, quizá el más importante, es la relación con Priscilla. Tienen momentos, chispazos, pero me falta más capas y creo que la película se queda corta ahí. Por poner un ejemplo, pienso que la película sobre Johnny Cash de 2005 dirigida por James Mangold, Walk The Line, trata mejor las relaciones del cantante.

Aún así, Elvis cierra muy, muy fuerte.

Tom Parker

LA GRAN DECADENCIA DEL REY

Elvis se apagaba y la película tiene un cierre a la altura de su protagonista. El Coronel le manipuló y cerró un trato que le mantenía en Las Vegas como residente a cambio de unas cifras demasiado bajas para la época. Él, claro está, se llevaba una gran parte. La realidad es que Presley tenía el sueño de volar a otros países, de llevar su música a todos sus fans y no encadenarse en un hotel de Las Vegas, por muy lujoso que fuera. Pero el Coronel se salió con la suya argumentando que era muy peligroso salir de EE.UU. -era él el que no podía viajar, no tenía papeles-. Y así, sin más, es como la estrella se fue apagando.

Realmente aunque su actitud autodestructiva, su adicción a las drogas, sus infidelidades y sus problemas crecientes de salud lo fueron diezmando cada vez más, Elvis logró dar grandísimos conciertos en Las Vegas, sacando algunas de las mejores canciones de su carrera como I Can’t Stop Loving You o Burning Love. Canciones llenas de significado y emoción. Elvis dio el concierto más retransmitido, aún a día de hoy, de la historia -tanto que se apunta el Coronel- y su última actuación, semanas antes de morir, fue ÉPICA.

El final de la película, al igual que el del propio Elvis, se siente desolador, desperanzador y decadente. Se hunde en sus demonios, sobretodo cuando ve que es imposible librarse de la lacra que supone el Coronel para él -le tenía arruinado si se marchaba-. A espensas de saber si todo lo que se cuenta es verdad o no, el cierre del mito está a la altura y, como su verdadero final, está cargado de emoción y sentimiento.

ELVIS tiene otro problema, aunque este es un poco más personal. Y es que este tremendo ritmo, ese maravilloso montaje, esa electricidad de la película… le impide pararse a reflexionar sobre ciertos puntos. Principalmente la relación con su madre y con Priscilla. Aunque creo que los momentos con la madre son mejores y ambos tienen chispazos, como ya he comentado, me falta un poco más. Una capa más.

REY DEL ROCK

CONCLUSIONES

Elvis es una leyenda de la música. Un mito. Un icono revolucionario que dejó un legado inigualable en la música, la cultura y la sociedad. Esta película le rinde homenaje a todos los niveles.

Estoy seguro de que ELVIS ha servido para que mucha gente joven conozca la importancia de su figura, su música, su vida y todas las influencias que ha dejado. Las posteriores grandes bandas, los grandes cantantes, los mejores guitarristas… todos no pueden evitar hablar de Elvis como una influencia y sólo basta con leer un par de biografías para darse cuenta -recomiendo la de Keith Richards (Rolling Stones), Vida-.

ELVIS es emocionante, frenética, divertida, atractiva, musicalmente -y visual- sublime, con un Austin Butler que está para Oscar. Es una gran película.

Sin duda, una de las películas de año.

PD: Os dejo un video del canal Music Radar Clan por si os habéis quedado con ganas de saber más sobre el Rey del Rock.

PUNTUACIÓN: ****1/2 (sobre 5)

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