‘HOUSE OF THE DRAGON’ (2022) REVIEW

House of the Dragon
Fuente: HBO.

GUERRA DE DRAGONES

La precuela de Juego de Tronos no generaba demasiado optimismo. El final de la serie -incluso sus últimas temporadas- dejaron mucho que desear y cometían errores graves que estropearon quizá la serie más influyente e importante de la historia de la TV. House of the Dragon parecía destinada a pagar los platos rotos.

Sin embargo, durante esta primera temporada, HBO ha callado la boca de muchos -al menos a los más críticos- y nos ha ofrecido una de las series del año con una de las historias más épicas, grises, maduras y complejas de los últimos años.

Un Poniente centrado en una sola Casa -no tenemos todos esos cambios de personajes de GoT-, un historia mucho más reducida en cuanto a tramas pero con muchas capas donde poder sacar temas a tratar. Además de que no pierden esa épica oscura, esos personajes en vueltos en un mundo de traiciones y violencia o esos diálogos llenos de significado que son marca de la saga.

Viserys, Daemon, Rhaenyra, Alicent, Otto, Rhaenys, Aemond, Criston, Aegon… La cantidad de personajes interesantes que ofrece la serie es tan rica como la original y sin duda el juego de tronos dentro de la Casa Targaryen ha tenido a la audiencia enganchada todos los domingos. Además, hay dragones.

*OJO SPOILERS*

HotD

HONOR ENTRE LA TRAICIÓN

Si hay un personaje que demuestra el bien hacer de HBO en cuanto a guión en esta temporada es el de Viserys (Paddy Considine). Un rey que se nos presenta como débil, pasivo, manipulable y en cierta medida poco respetable. Un rey que probablemente no debería haber sido rey sino fuera por las machistas leyes de esa era ya que Rhaenys, su prima, siempre ha estado más capacitada.

Su primer acto es sacrificar a su amada mujer en un parto mortal para salvar al, por fin, varón y heredero del Trono de Hierro. El niño, aún así, murió tras el parto y la herencia del reino se convertiría en una futura guerra civil tras nombrar como sucesora a su hija, Rhaenyra (Milly Alcock, Emma D’Arcy). Ese es el punto que desata la historia.

A lo largo de toda la temporada y todos los saltos temporales que suceden, vemos a un Viserys que tiene que lidiar con su hermano Daemon (Matt Smith), con el rechazo de parte del reino a que la heredera sea una mujer, a las manipulaciones -directas o indirectas- de su Mano, Otto Hightower (Rhys Ifans) a través de su hija y nueva esposa del rey, Alicent (Olivia Cooke)… y aún así, en su útimo momento, demuestra que es el más fuerte y sobretodo el más respetable de todos.

Viserys protagoniza el mejor episodio de toda la temporada cuando, enfermo y cerca de morir, demuestra endereza para ratificar a su hija como heredera y a su familia -e hijos bastardos- como legítimos señores de una de las zonas clave del mapa de Poniente, Marcaderiva. En un mundo de grises, su amor por su hija se superpuso a la ranciedad del mundo en el que vivía, su debilidad o pasividad no era más que paz y, aunque es cierto que cometió errores, es el personaje más honorable de la serie, sin ser un héroe.

En nuestra historia solemos recordar a los grandes reyes como guerreros y conquistadores pero House of the Dragon nos muestra como quizá estamos equivocados. Quizá deberíamos recordar a los grandes reyes que no iniciaron guerras, que mantuvieron relativa paz y prosperidad durante su gobierno por encima de sus deseos personales. Quizá eso sí sea ser un gran gobernante.

Sólo Lord Lyonel y Harwin Strong, quizá también en varios momentos Rhaenyra, han mostrado esa dignidad en la serie.

Viserys el Grande

JUEGO DE TRONOS

Pero esto es Juego de Tronos y aquí, aunque pueda haber algún bueno y malo, la mayoría son personajes grises que, como en el mundo real, se mueven por sus propios intereses. Ahí es donde entran personajes no tan ambales como Otto Hightower, que busca utilizando a su hija o cualquiera que se le presente para alcanzar una mejor posición y poder. Ese plano suyo en el Trono de Hierro…

Tenemos a Larys Strong, un personaje despreciable que junto a su apariencia frágil maquina con malicia para sus propios fines traicionando a su propia familia, contamos con Corlys Velaryon -personaje que tiene algunas de las mejores frases de la serie- que sólo es en el momento en que pierde sus hijos, hermano y casi su propia vida cuando se da cuenta que esa ambición desmedida por el Trono o por el linaje no es más importante que su familia.

Es interesante -aunque también forzada- la conversión de Criston Cole de un príncipe azul de cuento en un despechado y auténtico canalla cuando la Princesa Rhaenyra le rechaza su propuesta de escapar juntos. Tenomos a los codiciosos Lannister, los hijos de Alicent y ViserysAegon un depravado que nace con la corona puesta, Helaena una chica demasiado sensible, Aemond un villano en construcción, una especie de sociópata en curso, un peligro andante sólo comparado con Daemon…-

Y dejo para el final a Daemon porque es la estrella que se roba la pantalla en cada escena. Su personaje es sombras y luces, capaz de lo mejor y de lo peor. De enfrentar y repudiar a su hermano hasta tener un noble momento en sus últimos instantes, de ser un completo embustero y adentrarse en sus fantasías más oscuras con su sobrina hasta casarse con ella y mostrarle el verdadero amor y cariño que la tiene, de ser un gran guerrero y a la vez un nefasto marido -mató a su primera mujer y no fue demasiado bueno con la segunda, que digamos-.

Es un personaje complejo, con capas, que busca su propio interés por encima de todo pero que en el fondo, de vez en cuando, demuestra tener un corazón como el de su hermano. Además, protagoniza la mejor batalla de la temporada contra la Triarquía.

Daemon y Rhaenyra

LAS DOS REINAS

No puedo terminar de hablar de esta temporada sin hablar de la amistad y la relación que se construye alrededor de Rhaenyra y Alicent. Es el punto de inflexión en la temporada y donde de verdad los guionistas han trabajado las emociones respecto a estos personajes de cara al público.

Ambas no dejan de ser objetos en un mundo controlado totalmente por hombres -como Rhaenys marca una y otra vez-. Rhaenyra le toca enfrentar una situación tan terrible como lo es perder una amistad y encararse a una guerra civil por el simple hecho de lo que hay entre sus piernas. Si hubiera nacido hombre, la trama no existiría. Alicent es un objeto en manos de su padre, guiada para casarse con el Rey Viserys, colocar a su familia en una mejor posición y al final, que sus hijos sean lo herederos al Trono.

Pero lo bueno, es que no hay buenos. Hay capas dentro de esta ruptura. La primera fue el casamiento de Alicent con Viserys que dañó esa amistad con Rhaenyra. La segunda es esa diferencia de mentalidad entre ambas, Rhaenyra mucho más abierta y sincera en cuanto a sus deseos y relaciones sexuales y Alicent más cerrada y creyente en la religión de LOS SIETE, la que impera en Poniente. Y ya, la definitiva, el conflicto sin salida de sus hijos. Rhaenyra es la legítima heredera al trono desde el inicio de la serie pero Alicent está empeñada en que ese debe ser Aegon, hijo también del rey y varón, por lo que no habría ningún rechazo. Como vemos en su coronación.

Al final no se trata nada más que una amistad condenada a romperse y a la guerra por las circustancias, las personas alrededor que aconsejan según sus propios intereses y unas diferencias insalvables entre ambas. Realmente, es algo triste como las dos amigas llegan a entrar en guerra simplemente por poder. Y lo que es peor, un poder que en cierto sentido jamás será de ellas.

Aemond

ALGUNA PEGA Y CONCLUSIÓN

House of the Dragon es una gran serie y el gran inicio que nadie esperaba a la hora de expandir la obra de George R. R. Martin en la TV. Aún así, tengo un par de pegas que ponerle y que pienso que al arreglarlas, mejoraría en la segunda temporada.

Una ya está solucionada ya que el cast ya no se moverá, pero son los saltos temporales tan recurrentes. Pueden dejar a los espectadores perdidos, perder el interés en ciertas tramas, sentir vacíos en la historia o no familiarizarse con los nuevos actores que dan vida a los mismos personajes. A pesar de que las actrices están fabulosas.

Otra pega son los efectos especiales de los dragones. Si bien hay momentos memorables, creo que ganan más por su elaboración hasta llegar a ese momento que por el CGI en sí. Es un aspecto clave a mejorar en la segunda temporada para añadir más épica y espectáculo. Los dragones necesitan más protagonismo.

También deben de tratar de no dejar personajes demasiado tiempo descolgados de la serie como Devine (Maggie Q) o darles un poco más de tiempo o situaciones para entender ciertos cambios en su personalidad como a Crsiton Cole.

En definitiva, House of the Dragon es una grandísima serie. Una primera temporada que ha sido un éxito absoluto y que cimienta lo que va a ser la Danza de Dragones. Rinde homenaje al mundo de Martin se siente como los mejores momentos de Juego de Tronos. Va a hacerse larga la espera de la segunda temporada.

Puntuación: ****1/2 (sobre 5)

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