COLAPSO
Last Light es una serie que me generaba curiosidad. No sólo el atractivo del regreso de Matthew Fox (LOST, 2004 – 2010) delante de las cámaras me atraía. Su trama sobre el declive y el colapso de la sociedad debido a una crisis energética a causa de una contaminación del petróleo me interesaba lo suficiente como para darle una oportunidad a este producto de Peacock.
La miniserie, basada en la novela de nombre homónimo de Alex Scarrow cuenta con un buen reparto además de Fox, con actores y actrices como Joanne Froggatt (Downton Abbey, 2010 – 2015), Amber Rose Revah (Punisher, 2017 – 2019) o Tom Wlaschiha (Juego de Tronos, 2011 – 2019). Tenía tintes que prometían… pero la serie no aguanta el tipo.
Una serie que trata temas como el ecologísmo, el eco-terrorismo, cambio climático, medio ambiente, la industria y los intereses que hay detrás de ellos… el tema de la familia, el fin del mundo y la maquiavélica filosofía de que el fin justifica los medios son algunos de los alicientes de la miniserie pero no son capaces de manejarlos en la misma balanza. Vamos a ello.
*OJO SPOILERS*
¿DRAMA FAMILIAR?
Uno de los temas más importantes en la serie es la familia. Andy Yeats (Fox) viaja a Arabia Saudí para investigar un problema de contaminación de petróleo mientras su esposa e hijo viajan a París para la operación de la ceguera de su hijo. Mientras tanto, su hija, se queda en Londres.
Creo que las tres tramas, los tres arcos que se desarrollan a partir de la premisa, no están bien equilibrados. Únicamente el arco de Yeats junto a Mika Bakhash (Revah) cumple con las expectativas. Ese thriller en el desierto, con la intriga de fondo de qué es lo que está causando el colapso de la civilización a través de los cortes energéticos debido a que una bacteria está atacando el petróleo está a la altura. Hay acción, visualmente es potente y genera misterio.
En cambio, la trama de esposa, Elena Yeats (Froggatt), y la de su hija están muy por debajo. Las pericias que vive la madre con su hijo, sin poder operarse, tratando de escapar a Inglaterra por el túnel del Canal de la Mancha y las vueltas que da la hija para escapar de un captor junto a su nuevo novio, descubriendo por medio el pasado de su padre y acabando en las manos del villano de esta historia, Karl Bergman (Wlaschiha), acaban resultando aburridas. Y en una miniserie que casi trata el fin del mundo no puede ser nada aburrido.
Además, no funciona nada el drama familiar. Desde el inicio vemos como Andy y Elena discuten, como están pasando una crisis, y como realmente siguen juntos un poco a la fuerza, en contra de sus deseos. Sí, tiene una relación larga y duradera entre ellos pero se siente que tanto él como ella están atraídos por otras personas. Andy con la agente del MI6, Mika, y Elena con el doctor francés que va a operar a su hijo. Es más, la serie lo deja claro. Por lo que te preguntas, ¿sino fuera por esta crisis mundial, seguirían juntos?
Es un problema grave de la miniserie, sin obviar lo más importante, y es que no nos interesa demasiado su reencuentro. Pegan un buen patinazo en este sentido.
CRISIS ENERGÉTICA
Que pena de serie. En muchos momentos he notado eso. Pena. Porque tal y como está el mundo es una miniserie y una historia que encaja a la perfección. Estamos viviendo una crisis energética en Europa como hace décadas no se ha vivido. La guerra de Ucrania, la inflación y el endeudamiento de los estados ya amenzan con cortes de suministros en Invierno. Y esta serie, que va más allá, no logra destacar.
La trama es sencilla, aunque es un thriller interesante en su arco central, no logra aportar demasiado al tema. No hace un ejercicio de reflexión profunda sobre lo que estamos viviendo en cuando al medio ambiente hasta el final de la serie. Y para entonces, ya llegamos muy cansados.
Creo que el mensaje final es el correcto. No podemos seguir así, debemos de trabajar más en conseguir que las energías renovables y otro tipo de tecnologías logren esa transición frente al petróleo lo antes posible. Pero no a cualquier precio. No es justificable la muerte de millones, la caída de la civilización y el caos total para provocar un reset al mundo. Pienso que el personaje de Fox encarna muy bien esos ideales, a pesar de trabajar para una petrolera. Creo que el debate y la reflexión final están bien llevados, son adecuados.
Sin embargo, el sólo al final. Durante toda la miniserie sólo se deja ver pequeños trazos de todo esto en favor de una intriga que va desapareciendo poco a poco. Tira mucho de estereotipos pero es de agradecer que la serie acabe con este mensaje. Es por ello que la apruebo.
¿Y AHORA QUÉ?
Esa es la pregunta, ¿y ahora qué? El mensaje final está bien, pero como se arregla la situación es de opereta. Resulta que ante tal caos, tal declive, la sociedad humana caminó junta para buscar esa transición ecológica y lograrla con eficacia. Pero suena tan infantil y utópico que cae ridículo.
La solución va por ahí, estamos de acuerdo, pero el mundo no es tan fácil. Hay demasiados intereses de por medio, cientos de inconvenientes tecnológicos y económicos, decenas de problemas políticos e incluso ideológicos… La miniserie te da la solución mágica pero no te muestra el cómo. Al menos no de una manera convincente.
Last Light es una serie que se pierde. O mejor dicho, que se queda en la superficie. El drama familiar se cae enseguida pero el arco central aguanta el tipo. Tiene un inicio potente, prometedor, intrigante, pero se va desvaneciendo hasta un final que si bien deja el mensaje correcto, no cierra bien la solución que plantea.
Podía haber sido más. Debería haber sido más. Tenían los mimbres para lanzar una historia que pegara fuerte en la sociedad en este momento. Era una oportunidad para lanzar al público una reflexión, un debate, una idea de como vamos a afrontar el futuro. Pero se queda muy lejos, por ello es fallida.