Quentin Tarantino afirma que muchos cineastas le tienen aversión a Marvel y el cine de superhéroes, pero él defiende Star Wars.
Quentin Tarantino va a lanzar su propio libro, Cinema Speculation, un libro donde el cineasta recoge algunas de las películas que han marcado su vida desde su infancia desentramando historias y haciendo de crítico de cine pero sin caer en tecnicismos. Con ese motivo fue a una entrevista para Los Angeles Times donde reveló porqué no quiere hacer películas para Marvel.
El director de Kill Bill, Malditos Bastardos o Django Desencadenado comenta que muchos directores siente aversión por las películas de superhéroes y hace la comparativa de los autores antisistema de los años 60s que se alegraron de la caída del sistema de estudios -como las adaptaciones de musicales- con el sentimiento actual de algunos directores. (via ElNacional)
«No pueden esperar el día que puedan decir eso sobre las películas de superhéroes. La analogía funciona porque es un estrangulamiento similar».
Fue en la pregunta del entrevistador, Glenn Whipp, sobre por qué nunca ha aceptado un proyecto de Marvel o DC cuando Tarantino es más tajante.
«Tienes un que ser un jornalero para hacer esas cosas. No soy un jornalero. No estoy buscando trabajo. No las veo [películas de superhéroes]. Lo he intentado ¿sabes? Pero eso no es cine».
«Sinceramente, lo más parecido a ellas que puedo pensar, pese a lo bien hechas que están, con los actores haciendo lo mejor que pueden bajo esas circunstancias, son los parques de atracciones. Eso no es cine de seres humanos intentando expresar experiencias emocionales y físicas a otro ser humano».
De este modo se suma a las declaraciones que ya hicieron en su momento Martin Scorsese o Francis Ford Coppola. Otros actores han sido más ambiguos como Ethan Hawke o directamente defienden ese tipo de productos como Nicolas Cage o Jared Leto. Sin embargo, Tarantino sí que valora el trabajo de George Lucas en Star Wars.
«Por supuesto, me gustó Star Wars. ¿Qué es no gustar? La película me llevó por completo y estaba rockeando y rodando con estos personajes… Cuando se encendieron las luces, me sentí como un millón de dólares. Miré a mi alrededor y tuve este momento de reconocimiento, pensando: ‘¡Guau! ¡Qué momento en el cine!'».
